Maxi Rodriguez

La historia de Maxi Rodríguez nació mucho antes que el 2 de enero de 1981, el día en que su mamá, Claudia, lo trajo al mundo. La crónica propia de su vida comenzó antes y no fue la mejor. Claudia Rodríguez fue, como él mismo lo define, al mismo tiempo "mamá y papá". Quien era su pareja por los comienzos de la década del 80 no quiso saber nada de tener un hijo y se marchó sin decir "adiós". Nunca más se supo nada de ese hombre, y no se lo extrañó.Maxi, entre gambetas a la vida y goles a la tristeza, se crió en la casa de sus abuelos Beatriz y José Rodríguez, mientras su mamá la peleaba buscando traer la comida a casa. Beatriz, era la típica abuela llena de ternura a las que les cuesta enojarse y que no saben de maldad. José, en cambio, fue quien le inculcó la pasión por el fútbol y quien siempre lo alentaba a pegarle con la zurda... como si supiera que varios años después, su nieto se convertiría en héroe con esa empalme que terminó en el ángulo del arquero mexicano Oswaldo Sánchez. Una casa humilde a pocas cuadras de la cancha de Newell's Old Boys, en Rosario, era el bunker donde los Rodríguez se hacían cada vez más unidos y la luchaban juntos. Bien juntos. Desde donde todos tiraban para un mismo lado para poder enfrentar a las adversidades día a día, y donde Maxi pudo terminar sus estudios y "despuntar el vicio" de patear una pelota... con destino de gol.Maxi es un fanático de Newell's y no quiere ni sentir hablar de Rosario Central, los "enemigos íntimos" de la ciudad santafesina, aunque algún "canalla" habrá gritado con amnesia los goles mundialistas de su vecino hasta 2002, cuando emigró junto a su novia de toda la vida, Gabriela, a España: primero al Real Oviedo, después al Espanyol catalán. Allí, lejos de pasar sus mejores momentos futbolísticos, Maxi tuvo que volver a pelearla. Como una constante en su vida, recordó las enseñanzas de su mamá, de su abuela y de José. Con el apoyo de su novia, la luchó más de la cuenta para salir adelante. Maxi se encuentra sorprendido ante esta realidad de "ídolo y héroe nacional", pero sigue sin creérsela. Es un chico de pueblo, y no cambió su esencia, no le gusta hablar ni figurar, aseguran quienes lo conocen o alguna vez lo trataron.Pero además, Maxi afirma que no es "goleador", que sólo le gusta ir "para adelante", como una constante en su peleada vida.. Este hombre no se cansa de agradecer la familia que tiene y de rescatar cada vez que tiene ocasión, a la incansable y constante Claudia Rodríguez: "Hizo de madre y de padre al mismo tiempo". "Soy mediocampista", dice Maxi a quienes lo consultan, aunque es un jugador todo terreno y que va siempre "para adelante". En la cancha y en la vida
Espero que te haya gustado!!!
" Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien, esto es , a los que conforme a su propósito son llamados"
(Romanos 8:28)
Que Dios los Bendiga!!!!
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